jueves, 12 de abril de 2007

Un buen alcalde

Alfredo Sánchez, el alcalde de Sevilla, tiene principalmente dos virtudes a mi juicio, una, la primera, que es un hombre dialogante y respetuoso con todo el mundo, hasta con aquellos que no lo son con él, la otra, que siempre, siempre en los ocho años que lleva gobernando la ciudad ha antepuesto los intereses generales a los individuales, lo que se ha traducido en que su trabajo como alcalde se ha centrado prioritariamente en la amplia mejora de las infraestructuras y de los servicios públicos de la ciudad.
La figura de alcalde de Sevilla requiere mucha dedicación y se obtienen pocos agradecimientos, hay quien cree que es una excelente poltrona, que sólo hay que firmar papeles ... se equivocan de plano.
No quiero hacer de este post un panegírico o elogio a la figura y gestión del alcalde y su equipo de gobierno desde que comenzara este nuevo siglo. Todo el mundo lo sabe, hasta quienes no le van a votar, que los dirigentes de la ciudad han conseguido efectivamente eso, que Sevilla haya cambiado de siglo, del XX al XXI, así de claro, no porque hayamos cruzado el calendario hasta estar donde estamos, que también, sino porque el gobierno de la ciudad ha hecho que los ciudadanos hayamos visualizado en Sevilla la modernidad, avance y desarrollo que debe conllevar un cambio de centuria y que es lo que se ha conseguido en estos años de gobierno socialista al frente del consistorio.
Huelga extenderse en comentarios sobre el espectacular espacio público peatonal en que se ha convertido todo el centro de nuestra ciudad, la inmensa labor de reurbanización y mejoras que se han acometido en los barrios de la ciudad, la tremenda inversión en los transportes públicos que se ha realizado y se sigue efectuando, los que ya había y los que va a haber, claro, eso que los técnicos llaman metrocentro y al que todos los sevillanos nos referiremos como "el tranvia" . Que por fin vayamos a tener METRO, así con mayúscula y qué METRO, el más moderno de Europa, no por ser el último sino porque estará dotado con la mejor tecnología para un suburbano que existe actualmente.
Que sigue habiendo problemas y cosas que mejorar y solucionar es de todo punto incuestionable: la especulación, la necesidad de viviendas para los jóvenes, los problemas de seguridad por la falta de policias, una movilidad sostenible, vecinos con riesgo de exclusión social, los ruidos,  tener las suficientes dotaciones y equipamientos en los barrios de Sevilla para que los sevillanos no tengan que desplazarse a puntos de la ciudad lejos de su hogar para satisfacer necesidades ya sean básicas o de ocio. También debemos estar alertas para la detección y resolución de los problemas que van a seguir surgiendo y del reto diario que supone la gestión de una gran ciudad.
De aquí a mes y medio tenemos el poder del voto para decidir quienes queremos que nos gobierne a partir de ahora o nos siga gobernando en la ciudad. Hay un voto identitario, las personas que votan a un partido y a su candidato por ideología, un voto deferente, aquel que vota atendiendo a su cartera o a intereses económicos particulares y un voto fáctico, el que vota que siga el que está porque le gusta lo que hace o el que no le gusta lo que ve y quiere que gobiernen otros, es un voto desideologizado. Es nuestra decisión, yo soy de voto identitario, esos vamos a ir a votar casi todos, pero quien sea de cualquiera de los otros dos tipos de votos, lo que no puede hacer es quedarse sin votar, los ciudadanos decidemos a través de las urnas. Si no votamos no decidimos y otros lo harán por nosotros, y creedme que a todos los que vivimos aquí nos afecta lo que vaya a ocurrir en Sevilla los próximos cuatro años, votemos o no, pero si al menos lo hacemos, habremos dado nuestra opinión en un sentido u otro.
Yo apuesto por Alfredo, merece que le renovemos nuestra confianza porque ha sido y seguirá siendo un buen alcalde para Sevilla.